El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció un paquete extraordinario de ayuda para aliviar la presión económica sobre los israelíes en un momento en que el país está a punto de rebasar los 62.000 contagios.
Se trata de un paquete por valor de U$S 1.900 millones, de carácter puntual, por el que casi todos los israelíes recibirán U$S 220, con ayudas adicionales para familias, ancianos y supervivientes del Holocausto.
El paquete no estuvo exento de polémica, porque sus críticos lo calificaron como indiscriminado y un desperdicio económico. Sin embargo, el Gobierno ha defendido que esta inyección económica servirá para incentivar el consumo.
Mientras el primer ministro avisaba hoy que no hay soluciones mágicas para luchar contra el coronavirus, cientos de personas se concentraban de nuevo en ciudades como Jerusalén para protestar contra su gestión, en un momento en que, además, está siendo juzgado por corrupción.
La Policía debió intervenir con cañones de agua para dispersar a los manifestantes, y 12 personas fueron arrestadas de momento, según el portavoz de las fuerzas de seguridad de Jerusalén, Micky Rosenfeld.
El número de casos de covid-19 aumentó en 1.268 afectados durante la última jornada hasta alcanzar un total de 61.764 contagios.
El balance de muertos a causa de la nueva enfermedad llegó a 468, con 13 nuevos decesos, según el Ministerio de Sanidad israelí. Los casos activos suman 34.282, entre ellos 303 pacientes graves, incluidos 98 que necesitan ventilación pulmonar artificial. Un total de 27.014 personas ya se recuperaron de la enfermedad. (DPA)